Justificación
En nuestra época, la formación humana es uno de los problemas centrales. Su importancia radica no simplemente en el hecho de tener conciencia de la posibilidad de su formación, no como un hecho azaroso, sino como un proceso organizado, capaz de potenciar en el humano capacidades validadas socialmente como necesarias; este último punto, polémico, dadas las distintas opciones formativas en confrontación. En tales circunstancias, la educación es un campo privilegiado de la formación, dado que contribuye enormemente a la constitución de la subjetividad de los individuos, de sus cualidades, capacidades, modos de pensar y de hacer, así como a la posibilidad de estimular el desenvolvimiento de las capacidades crítico-creativas. Capacidades todas ellas imposibles sin la intervención del docente como eje del acto pedagógico-formativo. De ahí que la Maestría en Educación, Campo Formación Docente es prioritaria, particularmente en nuestra región, dadas las peculiaridades de la misma. A continuación presentamos algunas líneas que sirven de justificación de este campo y, que al mismo tiempo, son base para fundamentar las cualidades y capacidades que debe promover en el estudiantado.
La Maestría en Educación (Campo Formación Docente), responde a la actual dinámica de desarrollo del mundo y a los retos que se han planteado al proceso educativo, particularmente la formación de cuadros profesionales con un alto nivel de preparación, capaces de crear una nueva disciplina social, y no sólo de absorber los adelantos científico-tecnológicos, sino de orientarse hacia la construcción de nuevas realidades, tanto en el campo de la ciencia como en el campo de las relaciones sociales. Tales cualidades exigen a la razón nuevos procedimientos de reflexión y de relación con el mundo, también nuevas formas de apropiación y relación cognoscitiva, puesto que los procedimientos educativos tradicionales se muestran incapaces de responder a las actuales transformaciones. La Maestría en Educación dirigida específicamente a profesores formadores de docentes, pretende desencadenar efectos en la calidad de la educación en las licenciaturas de educación preescolar y primaria y éstas, a su vez, en la educación básica.
Las estructuras curriculares vigentes se han fincado en el supuesto eficientista de que cuanto mayor sea el dominio de teorías, mayor es la capacidad creativa. No obstante, la realidad se ha encargado de desmentir tal supuesto; hoy, ya no se trata de eficiencia apropiativa de saberes, sino de eficiencia productiva de conocimiento; problema que no se resuelve simplemente con información teórico metodológica abstracta, sino con base en la conformación de una razón crítica capaz de autoconstruirse acorde a las circunstancias de un momento histórico. De esta forma, el proceso educativo requiere se convierta en un conjunto de estímulos a la capacidad de reactuar sobre los saberes y sobre la realidad concreta, como apropiación constructora. Tal es la exigencia de alternativas propias del momento y características de la región, lo que conduce a la formación de investigadores en educación que den cuenta de proyectos viables en su contexto social. Bajo estos supuestos se ha pensado en una estructura que a partir de ejes problemáticos incorpore lo socialmente acumulado en el análisis de realidades concretas.
La Maestría en Educación satisface una demanda, debido a las circunstancias específicas de la frontera norte y a los proyectos de desarrollo de la región, que consideran como zona estratégica al Estado de Baja California por sus colindancias con Estados Unidos y particularmente con el Estado de California, cuyo potencial en todas las esferas del quehacer humano es de sobra conocido. Además, existen instituciones educativas y de investigación con un alto grado de desarrollo que cuentan con bancos de información muy completos y cuyo manejo se realiza a través de sofisticados procesos técnicos. Dichos bancos son subutilizados por nuestro país debido, entre otras cosas, a los actuales niveles educativos locales. Dicha subutilización se deriva, asimismo, de que la investigación ha sido una actividad marginal en las instituciones educativas del estado. Los recursos de California mencionados pueden ser utilizados en beneficio de la investigación educativa de la región, si se toma en consideración que la frontera de Baja California colinda con el Estado que por sí solo es considerado una potencia económica mundial.
La Maestría en Educación tiene como objetivo articularse a los proyectos de desarrollo e industrialización de la región, así como a los programas de estímulo y creación de una fisonomía cultural propia en la franja fronteriza. Proceso en que la UPN y los programas de excelencia académica cumplen una función insustituible, dada la inexistencia de estudios de posgrado sobre cuestiones educativas en las instituciones públicas locales.
Acorde con los programas de descentralización educativa emprendida por la anterior administración, así como por las funciones asignadas a esta Institución en el sentido de formar profesionales de la educación, la Maestría en Educación ofrece un prisma de campos que dan respuesta a las necesidades de formación de los formadores de docentes; asimismo, impulsa la formación de investigadores en las distintas esferas de lo educativo (práctica docente, estructuras curriculares, etc.).
De todas las instituciones formadoras de docentes en el Estado de Baja California, la mayor concentración se encuentra en Mexicali, distribuida de la siguiente manera: maestros de normales federales 110, estatales 39, de la UPN 29, de capacitación federal 12, y capacitación estatal 15, en total 205 docentes (de los cuales 151 corresponden a la federación y 54 al sistema estatal).
En el municipio de Ensenada la distribución es la siguiente: maestros de normal federal son 12 y estatal 21; en total 33.
En Tijuana, la mayor concentración es de maestros de la Universidad Pedagógica Nacional, que cuenta con 33 docentes, y por otra parte, están los maestros de capacitación profesional, cuyo número asciende a 18; en total son 51 docentes. El Estado de Baja California cuenta con 289 docentes vinculados a la formación y capacitación del magisterio, distribuidos de la siguiente manera: Mexicali 205, Ensenada 33 y Tijuana 51. Como se observa, la mayor concentración se encuentra en la capital, por esa razón consideramos pertinente que la Maestría en Educación se ubique en esta ciudad, posibilitando un menor costo de la misma, al no tener que sostener estudiantes becarios de tiempo completo con un porcentaje adicional por cambio de residencia.